Los cubrió el rocío
de la noche
Y él escribió sobre
ella
Sobre todo su calor y
su ternura
Sobre su alegría
incontenible
Sobre sus miradas
de ensueño
Ojos de mujer enamorada
Escribió sobre la
distancia que los atraviesa
Sobre su ternura
infinita
Sobre su pubis y
sobre su ombligo
Sobre sueños de
gigantes
Sobre madrugadas en
las que llegas al final del horizonte
con una gran sonrisa en los labios.
Y los cubrió la
madrugada
con un manto de esperanza
Con promesas pertinaces de una hermoso amanecer
Y los cubrió también
la brisa
Una brisa tibia y
pura
Llena de vientos cristalinos
Llenos de sal marina
plenos de sabor a
libertad.
Llenos de pensamientos azules
Llenos de sonrisas verdes
Llenos de mil
semillas
de
primaveras perezosas.
Y los cubrió también
la luna
con una gran sonrisa
amiga
Con un rayo de
bienaventuranza
Y un pequeño ramito de olivo.
Un arco iris mañanero
También asomó por la
ventana
Para contemplar
curioso
Todas sus caricias
traviesas
Odiseo
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